La venta de inmuebles se estabiliza después de la fuerte caída

Dentro de lo malo, el sector inmobiliario ve como, poco a poco, la compraventa de pisos se estabiliza. Lejos de alcanzar las cifras registradas antes de que comenzara la recesión económica, la enajenación de viviendas se estanca en la cifra de 300 unidades al mes.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo públicos, ayer, los datos relativos a la compraventa de inmuebles en la provincia de Jaén. Los datos no son muy esperanzadores pero tampoco desalentadores. A pesar de no alcanzar las cifras que movía el mercado inmobiliario antes de que comenzara la crisis, en el año 2007, el sector puede estar un poco más tranquilo porque, por lo menos, los datos no siguen cayendo como hasta ahora. Tanto es así que, según las cifras del INE, desde que comenzó 2010, el volumen de negocio se ha estabilizado en una horquilla de entre 300 y 400 negocios al mes. En junio, concretamente, el número de pisos que se compraron y se vendieron fueron 329. De esta manera, la tendencia se mantiene y los datos así lo demuestran. En enero, se firmaron 372 contratos de compraventa, en febrero 358, en marzo 379, en abril 319 y en mayo 377 inmuebles.

En un análisis más detallado de los datos facilitados por el INE se aprecia que del total de pisos comercializados en el mes de junio, un 90 por ciento son de vivienda libre (305) y el resto (24) de protección oficial. A su vez, más del 70 por ciento (209) eran inmuebles de segunda mano, frente a los 110 nuevos.

Si se echa un vistazo atrás, hace tres años, se comprueba que el sector ha sufrido una fuerte caída. Es más, en estas mismas fechas de 2007, la compraventa de viviendas alcanzaba, al mes, los cerca de 2.000 inmuebles. De hecho, en aquella época, la estampa más habitual era de un mar de grúas en la provincia y la de nuevas promociones que se ofertaban día sí y otro también.

cambio de mentalidad. Hay varios factores que explican el por- qué de esta recesión en el mercado inmobiliario y de la construcción. El principal es la recesión económica que, en los dos últimos años azota al país. A la coyuntura económica nacional e internacional se le debe sumar, a su vez, los problemas que atraviesan las entidades financieras que se han visto obligadas a aplicar una política de restricción de préstamos. Cuando hace tres años, con apenas presentar la nómina, un ciudadano tenía muy fácil acceder a una hipoteca, ahora, la situación ha dado un giro de 360 grados. No sólo se necesita un aval que garantice el pago de las cuotas mensuales, sino también una estabilidad laboral que, tal y como está el mercado, muchas veces es difícil que los compradores puedan garantizar.

De ahí se desprende el cambio de mentalidad de los interesados en comprar un piso ya que, hoy en día, son ellos mismos los que se autoexcluyen de poder acceder a una vivienda ante la imposibilidad hacer frente a los pagos derivados de la hipoteca.

Todo estos factores generan un círculo vicioso que hace que, entre empresarios, constructores y usuarios no se pueda reactivar el sector. Por este motivo, las administraciones ofrecen facilidades para acceder a un piso mediante la protección oficial o los programas de facilidad de pago de las mensualidades.

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