Hasta los coches se resguardan hoy de la lluvia
No hace mucho, estaba yo por Andújar charlando con uno entendido en meteorología que me hizo un comentario interesante. Nos acusó (a los periodistas) de ser excesivamente catastrofistas con el asunto del tiempo, a raíz de las persistentes lluvias que se han registrado en la provincia desde el 18 de diciembre del año pasado. Parece ser, según sus palabras, que la meteorología es como la economía, vive ciclos y que, de hecho, van íntimamente ligados. Ambos factores (tiempo y economía) viven momentos negros y, como siempre, lo acusa el ciudadano.
Todo el que haya estado hoy en la capital habrá notado la importante tormenta que en apenas veinte minutos se ha desatado. Según la estación de la Universidad de Jaén, han caído cerca de diez litros por metro cuadrado en este intervalo de tiempo. No parece excesivo, pero por poco que caiga nos asustamos. No hay que remontarse muy atrás para recordar situaciones en las que las tormentas de verano causaron estragos. De hecho, el 21 de junio de 1992, se registraron importantes inundaciones en la provincia de Jaén, que ocasionaron la muerte de una anciana y el descarrilamiento de un tren. Por no hablar de las vividas hace unos meses.
Pero esto de las tendencias cíclicas también afecta al ciudadano. El éxodo de cerca de nueve mil jiennenses a la zona de Puente Tablas hace que salte a la palestra, como cada año, el eterno debate sobre la legalidad de la zona. Y es que tormentas como las de hoy ponen en alerta, y los pelos de punta, a los que en esta zona residen. En fin, a esperar que pase este ciclo negro y ver si vienen tiempos mejores.
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