El espejismo olivarero versus el futuro del turismo

Todos los años con la misma cantinela. Esta misma mañana, el Instituto Nacional de Estadística publica, como cada trimestre, los datos de la Encuesta de Población Activa que determina el número total de parados registrados en el país. Se confirman los peores datos, y este mes de marzo se cierra con un récord histórico de desempleo: un 20 por ciento de tasa de paro. No nos veíamos en esta coyuntura laboral desde el año 1997. De esta manera, 4,6 millones de españoles buscan un trabajo, el que sea.

En Jaén, como manda la tradición, vamos a contracorriente. No sólo no mejora los datos sino que se reducen hasta cinco puntos. Mientras que a finales de 2009, la tasa rondaba el 24 por ciento, ahora se sitúa en el 19. Y es que la campaña de recolección de la aceituna consigue, año tras año, maquillar las cifras. Este trimestre no va a ser menos y aún se nota más cuando la mano de obra ilegal ha sido prácticamente nula. De esta manera, 59.200 jiennenses siguen en la cruzada casi imposible de encontrar un empleo.
Pero estas cifras son un mero espejismo. La recolección del oro líquido de Jaén ha concluido y los próximos indicadores volverán a demostrar que el paro crece día tras día en la provincia. Ya lo decía el Consejo Económico y Social, sólo el sector servicios podrá tirar del carro de la economía jiennense. Y lo debe hacer de la mano del turismo, un potencial económico financiero aún sin explotar y que tiene un millón de posibilidades.
El día va de datos macroeconómicos porque, precisamente hoy, el Instituto Andaluz de Estadística publica, también, las cifras de la coyuntura turística en la comunidad, relativa al primer trimestre del año. 3.859.324 turistas han visitado Andalucía durante los tres primeros meses del año. De estos, sólo un 2,8 por ciento han parado en Jaén. Este dato no puede ser, no se puede permitir. Las autoridades deben relanzar el sector, deben seguir trabajando en la línea de ensalzar este motor en el top ten de los ingresos provinciales. Y para ello, deben arriesgar más. Deben ser más agresivos y, es más, todo el personal que trabaja en el sector debe ser cualificado y estar preparado para el puesto que ocupa. Esto hace que todos y cada uno de ellos conozcan un idioma, a parte del nuestro. Es intolerable que los archifamosos guiris vengan a Jaén y, como hemos podido comprobar, se las vean y se las desean para pedir una cerveza en un bar o para reservar una habitación.
Reflexión: Si el olivar es sólo un paliativo estacional. Si todavía no conseguimos que las energías renovables sean rentables. Si no tenemos preparados sistemas productivos de biomasa eficientes. Debemos tirar mano de lo que mejor sabemos hacer, ser hospitalarios con el prójimo.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Jaén pretende vivir del aceite de oliva y así nos va. Habría que potenciar la industria y el turismo. A este paso acabaremos con el oro líquido al cuello!

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  2. Y si, por lo menos, rentabilizaramos más el olivar con la generación de biomasa!!! Pero a ver quién es el guapo que le dice a un agricultor que su poda se la de a una empresa que va a generar energía pero que ese beneficio no va a revestir, directamente, en la reducción de costes para su campaña del año que viene. Prefieren quemarlo. Hay que cambiar de mentalidad.

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