Las estadísticas hay que saber interpretarlas...

Mercado de San Francisco. Rafael Casas
El Instituto Nacional de Estadística publicaba, el pasado miércoles, el Índice de Precios al Consumo, un indicador que marca la variación de costes en los principales productos de la cesta de la compra. Según estos datos, Jaén es una de las provincias españolas donde más se encarecieron las adquisiciones en los últimos treinta días. Sin duda, un buen susto para los bolsillos de los jiennenses que ven, con recelo, cómo se avecinan las fiestas navideñas y, con ellas, las grandes compras. Sin embargo, quien haga un ejercicio de reflexión y se detenga a analizar este porcentaje comprobará que en la alimentación, por ejemplo, los precios no se encarecen tanto como parecen. Y es que las principales variables que hacen que se dispare el IPC son, sobre todo, la vivienda, el transporte, las bebidas alcohólicas y el trabajo, todos ellos productos sujetos a la variación de la carga impositiva.




De esta manera, los vecinos de la capital pueden estar tranquilos ya que los precios alimenticios apenas han variado en los últimos meses. Así lo manifiestan los comerciantes del mercado de San Francisco, que aseguran que los costes se mantienen desde hace tiempo y que, incluso, no repercuten la subida del carburante en los precios para, así, poder ser más competitivos y vender más. Uno de los sectores que se mira con lupa en estas fechas es el del pescado y marisco, reyes de la gastronomía navideña. El presidente de la asociación de comerciantes de San Francisco, Pedro José Alba, y, a su vez pescadero, asegura que la trayectoria de los últimos meses es de mantener los precios, y recuerda que el marisco congelado es una buena opción para aliviar los bolsillos en estos días. Sin embargo, reconoce que, como manda la tradición, las dos últimas jornadas antes de Navidad y Año Nuevo es cuando más se disparan las ventas y, en este caso, la ley de la oferta y la demanda es la que impera. Y es que el precio de estos productos frescos se negocia en las lonjas.


En el mismo sentido se manifiesta otro profesional del sector, Jesús Garrido, que también reconoce que los costes son, prácticamente, los mismos que hace unos meses. Asegura que, ahora mismo, se puede conseguir un buen langostino desde nueve euros hasta veinte, dependiendo del tamaño. En caso de que sea fresco, el coste ronda los cuarenta.


¿Qué pasa con los alimentos que se salen más de lo normal? Por ejemplo, se puede adquirir bogavante a 22 euros y centollos a 12, precios que, según los profesionales de esta rama, son muy competitivos para estas fechas.


En el sector cárnico la situación no varía demasiado y, al igual que sus compañeros del mar, los precios se estabilizan. Así, la pierna de cordero, por ejemplo, tiene un coste de unos nueve euros. Además, los carniceros y charcuteros recuerdan que el precio del cerdo es muy asequible y constante en los últimos meses. De hecho, algunos incluso reconocen que venden determinada mercancía, más barata que el año pasado, a pesar de que la vida se ha encarecido. En la misma líneas, se manifiestan los profesionales de las frutas y las hortalizas que animan a los clientes a hacer sus compras en los mercados de abastos porque ofrecen unos precios más competitivos y un trato directo con el cliente.


Ahora, es labor del ciudadano el, cómo decía el anuncio, buscar, comparar y, si encuentra algo mejor, comprar. Porque en tiempos de crisis hay que agudizar la imaginación para aprovechar, al máximo, el dinero que se tiene en el bolsillo. Y si lo que desea es adquirir los regalos navideños y de Reyes, recordar que, como es un producto sujeto a la estacionalidad de las temporadas, el calzado y el vestido se han encarecido cerca de un 10%.

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