La razón de la sinrazón

Perpleja me dejan, día tras días, las noticias económicas en este país. En España hubo un día en que los sindicatos salían a la calle para ponerse del lado de los trabajadores, fuesen los que fuesen. Mucho habían tardado las organizaciones mayoritarias en alzar su voz para protestar ante la crisis que azota todo el territorio nacional. Y cuándo se ha convocado, pues cuando le han visto las orejas al lobo. Cuando los cientos de miles de funcionarios que tiene España están a punto de recibir un hachazo a modo de reducción de un cinco por ciento de sus salarios. Y a los del sector privado, que nos den...

Vamos a analizar, de forma somera, las grandes huelgas generales en España. La primera de la democracia fue el 20 de junio de 1985, cuando Felipe González, para entonces presidente del Gobierno, anunciaba un recorte en las pensiones de jubilación. Llegó 1988 y se convocó la segunda protesta, en esta ocasión, contra la reforma laboral que implicaba abaratar el despido e introducía el modelo de contrato temporal para los jóvenes. El noventa por ciento de la población siguió esta huelga, una de las más importantes de la historia de la democracia española.  En 1991, a González le tocó ver cómo, por tercera vez, los ciudadanos salían a la calle, ahora, contra la Guerra del Golfo. Dos huelgas generales más tuvo que vivir el presidente de la chaqueta de pana (una en 1992 contra el conocido decretazo, y la otra en 1994 cuando nuestro presidente andaluz José Antonio Griñán, entonces ministro de Trabajo, propuso los contratos de bajo salario para los jóvenes y el fomento de la movilidad laboral.
Le llegó el turno al PP, de la mano de José María Aznar. El 20 de junio de 2002 los españoles salieron a la calle para protestar contra los recortes de los derechos laborales. En 2003 fue contra la Guerra de Iraq. Y ién no se acuerda de 2004, año en el que cambió todo. Desde entonces, los sindicatos han estado en el letargo. Se han sumergido en un círculo vicioso de la conformidad. Han visto pasar por delante de sus narices cómo miles de españoles se quedaban sin trabajo, cómo se recortaban sus derechos laborales, cómo las familias se hundían y, por ende, no hacían nada.
Ahora el Gobierno, otra vez socialista, propone reducir el sueldo a los funcionarios y montan en cólera. Zapatero quiere suprimir un cheque-bebé que nació discriminatorio y montan en cólera. El Gobierno propone mover ficha para sacar al país de la recesión económica y reducir el déficit, y montán en cólera.
Como dice el refrán de la Benemérita: a buenas horas mangas verdes!!!

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