Casi no me lo creo cuando he escuchado en las noticias que el Gobierno, con la finalidad de situar el déficit público en el 3 por ciento para 2013, eliminará el famoso cheque-bebé de 2.500 euros y que reducirá una media del 5 por ciento la nómina de los funcionarios. Pero más sorpresa fue escuchar que la Casa Real se va a apretar el cinturón.
Históricamente, el gran bolsillo público que supone el Estado del bienestar se ha encargado de sufragar parte de los gastos de los ciudadanos, ya sea a modo de salud, desempleo, educación y un millón de ejemplos. Pero desde que llegó este último Gobierno al poder, el de ZP, parecía que el monedero estatal era infinito. Que si 2.500 euros por niño, que si 400 euros de bonificación. ¿De dónde salía todo ese dinero? Bien, ahora conocemos que no salía de ningún lado y que lo único que provocaba era un proceso de engorde constante del déficit público.
Y para público y públicos la Casa del Rey, esa santa mansión que pagamos entre todos. A su Majestad le dan de alta después de ser operado de un nódulo en el pulmón derecho y agracede a los profesionales su trato y asegura estar satisfecho y orgulloso de que España tenga una sanidad pública tan buena. Gracias Juanca por ahorrarnos una millonada si hubieras optado por operarte en una clínica privada. Y gracias, su Majestad por dar ejemplo a millones de españoles y por anunciar, dos años después del inicio de la crisis, que te vas a apretar el cinturón. Si su recorte está en la misma línea que la propuesta por el Gobierno, un 15 por ciento, los españoles conseguiremos ahorrarnos la friolera de 1,3 millones de euros. Por no decir los 100.000 que ahorraríamos en los sueldos de los funcionarios.
Pues nada, al Cesar lo que es del Cesar y Zapatero un aplauso por haberte dado cuenta de que el monedero de España está en números rojos. Más vale tarde que nunca.
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